Conoce a Bad Pink, la marca chilena de upcycling que está triunfando en Estados Unidos.
O del como nadie es profeta en su tierra.
Bad Pink es una marca de ropa creada en Santiago de Chile en el año 2018, por la diseñadora chilena María José Ramírez. Junto con su pareja, Álvaro Palomera, crean prendas en las que el denim supra reciclado es el protagonista.
Conocí la marca este año luego de ver su trabajo en la primera edición de Andes Fashion Week, que se realizó en Santiago en el mes de abril de este año, y me gustó mucho su trabajo. Es por eso que cuando supe que Bad Pink se presentaría en la Semana de la Moda de Nueva York, no dudé en entrevistar a su creadora, con el fin de conocer un poco más acerca de la marca y de las gestiones que le permitieron presentarse en dicho evento.
A continuación les comparto parte de lo que fue esta entrevista.
1-¿Podrías presentarte y contarnos un poco acerca de tus inicios en la moda?
“Mi nombre es María José Ramírez. Soy modista desde los 14 años igual que mi mamá… En mi casa siempre hubo un taller de modas y siempre estuve muy ligada a la costura y lo creativo. Estudié diseño, vestuario y confección textil durante 4 años y después tuve una profesora que me hizo clases particulares de alta costura”.
2-¿Cuándo iniciaste tu marca?
“En el 2018 comenzamos a pensarla como marca. Es una micro empresa familiar. No soy la única en esta marca porque hace ya un tiempo se unió 100% conmigo mi pareja, quien ha sido un apoyo fundamental. Estamos los dos construyendo esta marca que ahora se encamina 100% hacia lo sustentable…. Él está en los accesorios, los zapatos y la línea de peluches de arte que estamos haciendo, siempre todo con upcycling. No hemos hecho reciclado aún, porque entendiendo un poco lo que se va haciendo con esto, vamos entendiendo cómo va funcionando el tema de lo sostenible entre el upcycling, el reciclaje y todas las ramas que tiene esta hermosa cruzada sustentable en la moda”.
3-¿Cuáles son las telas que están presentes en esta colección?
“La tela que está presente en esta colección es la mezclilla. Elegimos este textil para hacer esta colección, que fue la que nos hizo un poquito más conocidos, porque ya que íbamos a hacer upcycling, necesitábamos una tela que nos permitiera hacer muchas cosas. Si hubiésemos elegido otra, nos iba a costar un montón encontrar las telas y como tampoco queríamos hacer un mix de algunas, sino que queríamos dedicarnos 100% a una, encontrábamos que con el denim íbamos a tener mucho material.
Si la idea era reutilizar, había que sacar lo que más se pudiera dentro de este mercado de pulgas, de ferias, de donaciones que nos podrían hacer y el jeans siempre estaba presente. Así es que creo que el jeans nos eligió a nosotros, más que nosotros lo eligiéramos a él… Nuestra idea siempre fue de llevarlo a pasarela, era como una locura que teníamos en nuestra mente. Decíamos, “siempre hay fibras que son súper delicadas y cosas súper elegantes que se muestran en pasarela”, pero de un tiempo a acá las cosas han ido cambiando y queríamos atrevernos a llevar este textil a la pasarela, y más aún poniéndole este plus de que fuera reutilizado”.
“…En colecciones pasadas habíamos utilizado telas compradas. De hecho, la colección anterior, que fue la primera colección que se presentó en Nueva York en febrero de este año, fue totalmente con brillos. Fueron lentejuelas, gasas, una cosa como muy festivalera. Pero de esa pasarela a esta otra, hubo un cambio muy grande y lo que hicimos ahora nos abrió todo un mundo y nos dimos cuenta de que esto era lo que queríamos hacer”.
4-Acaban de estar presentes en la Semana de la Moda de Nueva York ¿cómo se gestionó tu participación en dicho evento?
“Esta idea viene desde hace mucho tiempo, desde que yo era muy chica y veía esas películas donde Nueva York siempre estaba presente y estaba del lado de la moda.
Ver la moda tan cercana en mi casa y ver a Nueva York tan lejos, e intentar juntar estas cosas fue siempre un sueño. Yo siempre quise conocer la ciudad y justo el lugar que me enamoraba del mundo tenía que ver con la moda.
En el 2019, con mi pareja hicimos el primer viaje a Nueva York, en modo turista, para dar por realizado este sueño de conocer la ciudad de la moda. Este año (2023) es la quinta vez que viajo a Estados Unidos… y todos estos años he ido tratando de interiorizarme y de entrar en el tema de la moda. Empecé a averiguar cómo funcionaban los Fashion Week, quienes son las personas que organizaban, ver qué tan accesible o no era, porque desde acá (Chile), si bien es cierto con internet tenemos un mundo, el estar allá es muy diferente.
Al final, terminé postulando a muchas plataformas de moda, y el año pasado me llamaron de cuatro, y para mí honestamente fue una sorpresa. Runway 7 era un sueño, porque es una plataforma súper grande. Quedé el año pasado pero no pude asistir. Así es que este año volví a postular y de nuevo me invitaron, porque les gustó mucho el tema sustentable de esta colección”.
5-En Andes Fashion Week Chile presentaste una colección en la que primó el denim suprareciclado. ¿Tu propuesta para la Runway 7 en NYFW siguió la misma línea o presentaron una colección diferente?
“Nosotros postulamos con este mismo proyecto allá (Runway 7)… A nosotros nos gusta ir nutriendo nuestra colección, porque siento que este tema de que la moda va tan rápido, de que se saca una colección y después se saca otra, hace creer que la gente tiene que ir cambiando su clóset siempre y creo que eso no es favorable… Es favorable para una persona en un ámbito comercial, pero no es favorable en el tema sostenible.
Siento que una colección se puede ir enriqueciendo con el tiempo y no tener que cortarla y hacerle creer a la persona que eso ya pasó y que tiene que usar lo que se está mostrando en este momento. Nuestra colección tiene un hilo conductor, que comenzó con lo que presentamos en Andes y ahora para NYFW, le agregamos una nueva textura, que va muy bien con el denim. Es una propuesta un poco más agresiva, pero es la estética a la que quisimos apostar en este desfile”.
6-¿Las piezas que presentaron son únicas o tienen una línea con tallas diferentes?
“Nunca quisimos hacer ropa en una línea de producción. De hecho, nuestra colección anterior se está vendiendo en Nueva York, representada por la estilista y diseñadora de moda de grandes celebridades de EEUU, Patricia Field, (estilista de Sex & the City y de Emily in Paris). Ella tiene una galería de Art Fashion en Broadway, donde representa a diferentes diseñadores, pero que siempre tienen que ver con el tema artístico.
Entonces, cuando nosotros recibimos este apoyo de su parte para representarnos allá, caímos en la cuenta de que las piezas se veían más desde el ámbito artístico que del comercial, y desde ese punto de vista, cuando uno hace un diseño más artístico, no puedes hacerlo en distintas tallas porque no puedes replicarlo, ya que perdería toda la exclusividad de ser un diseño único.
Sí existe la posibilidad de que nosotros podamos adaptar la prenda. Como nosotros la hacemos, si tengo una talla S la puedo arreglar a una talla M, por ejemplo.”
7-¿Tu presentación en la NYFW está vinculada con una voluntad de expandir tu negocio hacia el mercado estadounidense?
“La verdad es que yo soy una amante de Nueva York, más que de Estados Unidos en sí. Es por un tema más bien vinculado a la moda, al arte y a la libertad que existe en ese sentido en estos lugares. En Estados Unidos hay un gran interés y valoración por el trabajo hecho a mano y más, si es sustentable.
Entonces, creo que vamos allá porque se valora mucho. No digo que acá (Chile) no sea, en un futuro se va a valorar un poco más, pero en el ámbito artístico y de diseño sostenible, creo que allá se valora mucho más.”
8-Vinculado con lo anterior, ¿cómo proyectas el crecimiento de tu marca?
“En realidad, nosotros somos unos soñadores. Creo que ahora lo vemos así, porque antes no nos dábamos cuenta de que podíamos materializar nuestros sueños a través de la moda. Por eso creo que no hay una guía ni un plan. Estamos dejando que las cosas fluyan recibiendo como una bendición cada cosa que va pasando y de que si las cosas gustan, seguir haciéndolo, porque a nosotros nunca nos movió el tema comercial. Si bien uno hace cosas para vivir, mantenerse y progresar, nuestros diseños fueron un poco más allá y nos enseñaron a expresarnos a través de lo que hacemos y si se venden, mucho mejor.
Ahora incluso dejamos de pensar en lo que cuesta cada prenda y nos dedicamos a hacerla”.
Durante su estadía en Nueva York, Bad Pink presentó un total de 17 looks, en 4 pasarelas diferentes. Además de Runway 7, que tuvo lugar en Sony Hall, esta marca chilena tuvo la posibilidad de participar en tres pasarelas más, dos de ellas de tipo privadas, organizadas por plataformas de moda emergentes; y una a cargo de la galería de arte de la reconocida estilista de moda Patricia Field, lugar en el que están a la venta varias piezas de la marca. Asimismo, participaron en dos sesiones fotográficas, una en The Hamptons y otra en New Jersey.
Pueden seguir a Bad Pink aquí.
Si te gustó este post, dale like a la publicación y no dudes en compartirlo entre tus amistades.